Il Buono, Il Brutto, Il Cattivo (The Good, The Bad And The Ugly)

“When you have to shoot, shoot!, don't talk”.
Los Tres Tenores

Dicen que en este mundo hay dos clases de personas: 
Las que disfrutan con un buen western y los que no saben de cine.
Dentro del western, la figura de Sergio Leone es imprescindible, a pesar de que su obra se etiquete como “spaguetti-western”, no así la obra de John Ford, Howard Hawks, Anthony Mann o Sam Peckinpah; su Trilogía del Dólar, también conocida como la del Hombre Sin Nombre, por el personaje que Clint Eastwood, y Once Upon a Time in the West son cuatro de los títulos más importantes del género por excelencia del séptimo arte, dormido cómodamente en los dorados laureles, a pesar del exitoso Unforgiven (4 Oscars, entre ellos mejor película y director), del propio Eastwood. 
The Good, The Bad And The Ugly (en italiano, título original: Il Buono, Il Brutto, Il Cattivo) es una película estrenada en 1966. 
Fue dirigida por Sergio Leone y protagonizada por Clint Eastwood, Lee Van Cleef y Eli Wallach. 
El guión fue escrito por Age & Scarpelli, Luciano Vincenzoni y Leone. 
La fotografía estuvo a cargo de Tonino Delli Colli, y la banda sonora fue compuesta por Ennio Morricone. 
Es la tercera y última película de la llamada «Trilogía del Dólar», siendo precedida por “Per un pugno di dollari” (1964) y “Per qualche dollaro in più” (1965).
La trama gira en torno a tres pistoleros que luchan por encontrar un tesoro durante la Guerra Civil Estadounidense.
La película fue estrenada en 1966 en Italia y al año siguiente en Estados Unidos, recaudando $6,1 millones de dólares. 
La cinta fue criticada por su violencia, a lo que el director respondió:
«Las muertes en mis películas son exageradas porque quiero hacer una sátira de los demás westerns. 
El Oeste fue hecho por hombres violentos y sin complicaciones, son esa fuerza y simplicidad las que quise reflejar en mis películas».
Con el pasar de los años, los esfuerzos de Leone por revivir el género fueron reconocidos.
The Good, The Bad And The Ugly ha sido descrita como la mejor representante del western europeo, y fue considerada por Quentin Tarantino como «la película mejor dirigida de todos los tiempos».
Resalta especialmente la banda sonora de la película, escrita por Ennio Morricone, inseparable amigo de Sergio Leone, que se ha convertido en una de las composiciones más memorables de la historia del cine. Desde el momento que llegan al cementerio, la espectacular pieza musical de Morricone, «El éxtasis del oro», y hasta el duelo final, con otra de sus composiciones para esta película, «El trío», conforman uno de los momentos cumbres más memorables del cine. 
La unión de la música y las escenas es considerada por muchos espectacular.
Y es que el dólar es el auténtico protagonista de esta historia, con ciertas reminiscencias al mundo de la piratería. 
Un tesoro oculto será el leit motiv de los tres protagonistas durante todo el metraje, de forma que podremos ver lo mejor y lo peor de cada uno de ellos, con la virtud de que el excelente guión de Leone convierte dichas andanzas en un entretenimiento de primera magnitud. 
Sus personajes. 
El rubio (Clint Eastwood, ‘el bueno’ Blondie), Tuco (Eli Wallach, ‘el feo’) y Sentencia (Lee Van Cleef, ‘el malo’ Angel Eyes?!) son una especie de estereotipación de los clásicos protagonistas de los westerns, sólo que aquí la línea que separa a uno de otro nunca está clara: 
El bueno mata, el feo mata, y el malo mata. 
Como todo personaje leoniano, estos tres se guían por el instinto humano de supervivencia, o ellos o él. Quizás con respecto a sus otros westerns, observamos una diferencia con el personaje de Tuco. 
Mientras Angel Eyes y Blondie viven el presente, puesto que no tienen pasado ni futuro, conforme pasa la película, nos damos cuenta de que tiene unos demonios interiores que despierta su hermano, el monje Pablo Ramírez. 
Un pasado trágico que fue lo que le condujo a ser un pendenciero. 
Y realmente, el propio Tuco es quien se gana las simpatías del espectador por su carácter bufonesco: 
"Me gustan los tipos grandes como tú, por que hacen mucho más ruido cuando caen”.
La película es también una ácida crítica a la guerra. 
Tanto unionistas como confederados son presentados como vulgares maltratadores, y cabe destacar el papel de Angel Eyes, como soldado unionista. 
Presentados siempre como los buenos, pero que aquí son meros maltratadores. 
Una escena particularmente bestial es cuando Tuco y Blondie van por el desierto y ven muchos cadáveres, y dice Blondie: 
"Cuanto muerto por nada", dejando claro que para él lo único que importa es el dinero.
Algo que dice Tarantino acerca de esta película es que la escena del duelo es la mejor dirigida de toda la historia del cine, algo que comparto con él. 
Nótese que en la filmografía de Quentin, siempre va implícita una escena de Duelo, en honor a Leone y a esta película.
Durante 3 minutos, únicamente vemos a 3 hombres mirándose, con nerviosismo, miedo o la más absoluta frialdad, todo con un montaje perfecto. 
Hasta que todo se resuelve con un mero disparo.
La música de Morricone es genial durante toda la película, pero particularmente en el duelo final adquiere un ritmo casi hipnótico.
El director italiano logra en su obra cimas sensoriales y líricas únicas por medio de recursos de base sencilla y desarrollo barroco:
La sublimación de los arquetipos. 
Con simplemente ver el título de esta película creo que resulta evidente. 
Reducción a iconos puros de los que luego se extrae toda su carga mítica. 
En ese sentido, quizá sobre el trasfondo de Tuco (el hermano, etc.).
La reducción del género a sus claves primordiales y la explosión brutal de éstas. 
Basta ver los duelos de sus películas o la forma de tratar el tema de la venganza en su penúltimo western.
El uso barroco de la imagen. 
Sus primeros planos van directos al estómago.
El uso del fuera de campo como as en la manga. 
La llegada al frente, la escena de la pala, la horca... 
Son momentos que engrandecen la potencia de la imagen, multiplican la tensa avidez del espectador por mirar y además poseen cierta carga de humor absurdo autorreferencial, donde el propio recurso cinematográfico se plantea con cierta ironía hacia sí mismo.
La utilización de la música como parte clave del medio que es, fundiéndola con la imagen. 
En Leone la música no es acompañamiento sino una de las bases de su cine, que es sobre todo primario. Engrandece y multiplica las sensaciones usada del modo más obviamente cinematográfico.
El montaje como medio también expresivo de poder arrollador. 
Una escena como la del duelo dice más del cine que la filmografía entera de muchos directores.
El dominio del tempo mediante la dilatación del tiempo. 
Las mejores obras del italiano son bailes parsimoniosos pero absorbentes, donde el tiempo se congela y se impregna de emoción. 
La progresión formal y dramática en "The Good, The Bad And The Ugly" es ejemplar. 
Vean cómo la guerra hace acto de presencia poco a poco, cómo la música cobra protagonismo poco a poco, cómo el ritmo crece poco a poco hasta que llegamos a un clímax animal y desatado de puro cine.
En resumen: 
Leone toma el cine, más concretamente el western, le arranca todo menos sus elementos más primitivos y multiplica éstos de forma magistral y única para ofrecerle al espectador una experiencia incomparable. 
Uno de los directores que alcanzan esa cosa innombrable (el mito, lo inefable, llámenlo como quieran) en muchos momentos de sus películas. 
Ésta es de las mejores, mi favorita.
Lo bueno:
- Los tres actores.
- Lee Van Cleef... malo, malo y recontra malo.
- La música de Ennio Morricone, perfecta.
- Las frases más lapidarias de la historia del cine. 
- La simple historia: tres hombres solitarios dispuestos a morir y a matar por dinero.
- El rubio es más duro que Vin Diesel y Chuck Norris juntos, y no le hace falta ni abrir la boca.
Lo feo:
- Que haya gente que siga pensando que todo el spaghetti western es basura, cuando nos encontramos aquí ante una obra maestra, muy superior a los westerns americanos.
Lo malo:
- Debería durar más de los 150 minutos, da mucha pena despedirse de los protagonistas.

"Verás, el mundo se divide en dos categorías:
Los que tienen el revólver cargado y los que cavan, tu cavas".
¡Hijo de la gran puta!



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