BUtterfield 8

“Mama, face it:
I was the slut of all time”.
Gloria Wandrous

Elizabeth Taylor en todo su esplendor, el inicio del mito.
Estrella, antes que actriz.
A pesar de los años transcurridos desde su estreno, BUtterfield 8 tiene ingredientes muy aptos para considerarla recomendable, especialmente por la interpretación de Elizabeth Taylor.
La historia es interesante y dramática, lo que hace mantener el interés del espectador en esta clase de cine clásico, como se le llama hoy día, y que aunque envejece en algunos aspectos, todavía nos hace soñar a los que pertenecemos a la época gloriosa del cine.
Rodada en Cinemascope, cuando todavía se estaba bajo la influencia del nuevo sistema, se nota esto último en las distribución acertada de los actores a lo ancho de los encuadres para resaltar el mayor ángulo de captación de imágenes.
Aunque esta película ha sido denostada por muchos críticos y gente de cine en general, empezando por la misma Liz Taylor que dice que siempre ha odiado esta película, vista hoy, ha resistido bien el paso del tiempo y resulta un acertado retrato de un tipo muy determinado de mujer que ejerce, en ámbitos muy concretos, sobre hombres adinerados pero que en su vida privada se siente desdichada y aspira a lo que todo ser humano; amar y ser amada.
La mayoría de las películas de Daniel Mann fueron adaptaciones de teatro: Come Back Little Sheba, Rose Tattoo, Teahouse of August Moon y de literatura Butterfield 8 y Last Angry Man.
Como en muchos trabajos de Mann, es algo envarada y denota un aire teatral que no casa demasiado bien con el celuloide, pero está lleno de buenos diálogos, con aceradas réplicas y contrarréplicas entre la protagonista, una excelente Elizabeth Taylor y la novia de su mejor amigo (Eddie Fisher), o entre ella y la mejor amiga de su madre.
BUtterfield 8 es una película realizada en 1960.
Dirigida por Daniel Mann, está protagonizada por Taylor y Laurence Harvey, y con un reparto compuesto por Eddie Fisher y Dina Merryl.
El film es una adaptación de la novela del mismo nombre de John O'Hara.
Excelente es también la fotografía de Josep Ruttenberg y Charles Harten.
Nominada a 2 premios de la academia, en cinematografía y mejor actriz, Liz Taylor se alza con el premio contra grandes performances y grandes actrices de renombre como Greer Garson, Deborah Kerr, Melina Mercouri y la favorita Shirley MacLaine por la película ganadora ese año a Mejor Película, The Apartment de Billy Wilder.
Este film parece un encargo para el lucimiento de una Elizabeth Taylor denostada en aquel momento, por la puritana sociedad americana.
Eran los años en que la actriz recién había perdido a su gran amor Michael Todd en un accidente aéreo, y con tres matrimonios a cuesta, le robó el marido a la "novia" de Norteamérica, Debbie Reynolds.
Ese hecho vino a tatuarle el nombre de “Una Mujer Marcada” en la piel de la actriz, entre sus fans y ante la sociedad más rígida de la época.
El producto no deja de ser un drama correcto, pero sin mayor trascendencia según se aprecie, aunque tiene fuertes interpretaciones.
Liz Taylor luce soberbia, interpreta su papel convincentemente, al igual que el resto del reparto, destacando a Eddie Fisher.
Fischer interpreta en el film, el mejor amigo de la Taylor, papel que pudo realizar gracias a las influencias de su esposa.
Cabe mencionar que la siguiente interpretación de Taylor sería la magistral Cleopatra de Joseph L. Mankiewcz, por la que conocería a sus dos veces esposo Richard Burton, con quien llenaría las crónicas de la prensa rosa por dónde estuvieran.
El actor principal Laurence Harvey, interpreta con académica solidez británica, el papel de un acomodado pero infeliz industrial millonario.
Un hombre que sólo encuentra sentido a su banal existencia, cuando conoce a la "modelo de lujo" Gloria Wandrous.
Lo mejor de la historia son las dos impagables Mildred Dunnock y Betty Field, ambas en papeles secundarios.
El "pulso" que se da entre la protagonista y el hombre del que más tarde se enamorará es antológico.
Una lucha de egos encendidos y mantenimiento de la propia dignidad.
Él agarrándole fuertemente de la muñeca, haciéndole mucho daño, y ella pisándole el pie con su largo tacón de alfiler.
Los dos aguantando el dolor, a ver quién cede primero.
También es de rescatar los filosos diálogos y el doble sentido, mordaces discursos, inolvidables palabras y quienes las dicen y como las dicen, es realmente de batalla campal.
Curiosamente, el título no convencional de la novela y de la película (en mayúsculas "B" y "U") se deriva del modelo de los antiguos nombres de la central telefónica en los Estados Unidos y Canadá.
Hasta mediados de la década de 1960, era común que las centrales telefónicas hicieran referencia al nombre del lugar en vez del número.
BUtterfield 8 fue un servicio proporcionado a los recintos lujosos de Manhattan's Upper East Side.
La marcación de las letras "BU" equivale a 28 en la línea de teléfono con letras, por lo que "BUtterfield 8" equivaldría a 288 en los tres primeros dígitos de un número telefónico de siete dígitos.
Elizabeth Rosemond Taylor Hilton Wilding Todd Fisher, su nombre en ese entonces, era un personaje mediático que empezó a eclipsar, sin duda alguna, a la artista.
La controversia sobre, lo que muchos opinan al parecer injustamente, su Óscar por BUtterfield 8 es innumerable.
Se dice que lo ganó pues había estado meses antes enferma de muerte y la Academia, siempre se presta a estos menesteres, le otorgó el galardón perjudicando a otras cuatro actrices que lo habían merecido más, según se dice.
En definitiva, BUtterfield 8 es una película para el disfrute de los fans de la estrella, ahora que ha desaparecido del firmamento hollywoodense y entrado por la puerta grande al Olimpo de los grandes mitos.
La actriz de ojos violeta nos ofreció 7 grandes interpretaciones a lo largo de sus maravillosos y eternos cincuenta años de carrera:
"A Place In The Sun", "Giant", "Cat On A Hot Tin Roof", "Suddenly, Last Summer", "BUtterfield 8", “Cleopatra" y “Who’s Afraid Of Virginia Woolf?” entre otras obras maestras.

Dame Elizabeth Rosemond Taylor Hilton Wilding Todd Fisher Burton Burton Warner Fortensky
(1932 - FOREVER)

“The mere idea of you, the longing here for you.
You'll never know how slow the moments go till I'm near to you.
I see your face in every flower.
Your eyes in stars above It's just the thought of you, the very thought of you, my love”
Nat King Cole



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