Funny Girl

"Hello Gorgeous"

La punta del iceberg llamado Barbra Joan Streisand…
Adoro los musicales y no puedo dejar de darle un 10 a esta película.
Es realmente encantadora, sus números musicales son de primera calidad y los decorados y vestuario son absolutamente magníficos.
Esta fue una llamada de Wyler a un estilo de película que se ha ido perdiendo poco a poco.
Con todos los recursos de un oficio que para él no tiene secretos, con todos los medios que el cine americano emplea en las llamadas superproducciones, William Wyler redondea con Funny Girl una película en extremo conservadora, por lo que se refiere a la forma, pero demostrativa de que ciertas leyes del espectáculo, consideradas por algunos como anticuadas, siguen totalmente vigentes.
Funny Girl fue su penúltima película, casi la despedida del director que deparó a la historia del cine títulos como “Ben-Hur”, “The Best Years Of Our Lives” y “Mrs. Miniver”, así hasta casi setenta ejemplos de buen cine.
Con este trabajo, el maestro Wyler se adentra en el musical, un género en el que apenas se había prodigado.
Lo hace con la obra del mismo título escrita por Isobel Lennart, quien también se hizo cargo de la adaptación cinematográfica.
La película, basada en personajes y hechos reales, reconstruye los momentos más singulares de la vida de Fanny Brice, una actriz, cómica y cantante de leyenda, que vivió en Estados Unidos desde 1891 hasta su muerte en 1951.
Brice fue una de las estrellas del mítico Ziegfeld Folies, destacó en la radio y sobre los escenarios y asimismo protagonizó varias películas, alguna de ellas especialmente autobiográficas.
Barbra Streisand es Fanny Brice en Funny Girl, obra que ya había interpretado en el teatro.
Los que pudieron presenciar aquel suceso, cuentan que el torrente de elogios vertido sobre Funny Girl y Barbra Streisand, a raíz de su presentación en el Winter Garden de Nueva York, alcanzó espesores poco frecuentes, considerando la obra como la más grande de las presentadas en los años sesenta.
Barbra ya era muy popular en 1969, aceptó el proyecto fílmico diciendo que ella no era Fanny Brice que serían ella y su idea de cómo vivió Fanny.
Streisand tomó el papel diecisiete años después de la muerte de la auténtica Fanny Brice, y cuatro años después de haberla dado vida en Broadway.
En la cinta, la nacida en Brooklyn, posee tal cantidad de energía, de pasión y de emotividad, que no es extraño que con esta su primera película ganara el Oscar y se convirtiera en una gran estrella, de cine en este caso.
Su talento para la comedia (en la primera parte del metraje) y para el drama (en la segunda), es innegable, pues toma el personaje de Fanny a través de todos sus matices, desde los físicos hasta los emocionales, para culminar con una insuperable e irrepetible actuación (My Man), que le abrió las puertas del estrellato tanto cinematográfico como musical.
La historia no toma en cuenta todos los aspectos de la vida de Fanny Brice, como el hecho de que antes de Nick Arnstein ,ella había estado casada o que su apellido no era Brice, o que ella había tenido dos hijos ,todo esto porque la hija de Fanny Brice, Frances era la esposa del productor del musical y propietaria de la imagen de su madre, ella fue la que decidió que y como se contaría.
Con esta cinta, supuso su primer papel, ganando el Oscar a la Mejor Actriz, siendo la primera y única vez en la historia que el premio recaía en dos actrices, y así Barbra compartió honores con la actriz mito Katharine Hepburn, que lo ganó también por su interpretación en The Lion In Winter.
Streisand mientras recogía el premio al son de "People" afirmó la famosa frase de "Hello Gorgeous", como es sabido, Hepburn nunca recibió, personalmente, ninguno de los 4 premios Oscar a la mejor actriz en toda su carrera, que la han convertido en la única en haber ganado más premios en la historia, bajo la misma categoría, la actoral principal.
Streisand hace una interpretación que mereció elogios unánimes, consagrando su carrera y confirmando su condición de mujer prodigiosa, en la que interpretación y sentido musical caminaban con ella de la mano, como quedaría sobradamente demostrado con el paso de los años en sus memorables discos y su veintena de brillantes películas.
El contrapunto de Streisand en su debut no es otro que Omar Sharif, quien encarna el papel de Nick Arnstein, segundo de los maridos de Fanny Brice, jugador profesional que fue encarcelado durante más de un año mientras estaba casado con la popular cantante.
En el proyecto inicial de Funny Girl, el actor elegido por los productores para compartir protagonismo con Barbra fue Frank Sinatra, pero la cantante se empeñó en que, como así fue, buscaran a otro: no le gustaba demasiado.
Sin duda la figura del encantador galán Omar Sharif, sentó a la perfección con un personaje de clubes, copas, juego, bellas mujeres, épocas de buena fortuna y otras de desgracia.
Nick Arnstein, es ese hombre que sabe endulzar los oídos de una mujer que pretende creer en el amor.
Capaz de reconocer en los ojos de Fanny sus caprichos y deseos; pese a que el tiempo nos demuestre, como en el caso de estos dos personajes, que no se puede tapar el sol con la mano, y que al fin de cuentas lo que se construye sobre cristal y no sobre concreto, es a la vista más fantástico, pero también más frágil.
Funny Girl es todo lo que una superproducción del cine clásico quería ser: no sólo se apreciaba su grandeza por el tamaño y el lujo de sus decorados, o sus espectaculares movimientos de cámara, o su exquisita fotografía; en estas cintas hay además un aprecio por la inteligencia del guión que eleva a la película a la categoría de clásico.
En el caso de Funny Girl incluso aprovecha el talento cómico de su protagonista para reírse cariñosamente del género; y está tan bien construido, define tan bien a todos los personajes y sus relaciones, su clase social, su ambición, los prejuicios de géneros..., que es casi imposible no reír o llorar con la extraordinaria historia de Fanny Brice, una humilde joven judía que quería ser cantante y actriz, y lo consiguió con muchísimo éxito, pero nunca pudo olvidar que -por desgracia- la vida no es un cuento de hadas.
El film fue nominado a 8 premios Oscar: mejor película, mejor actriz de reparto (Kay Medford), mejor fotografía, mejor música, mejor canción (Funny Girl), mejor sonido, mejor montaje, ganando solo el de Mejor Actriz.
La música de la película es fantástica, casi de referencia absoluta hacia la Streisand, con una personalidad arrebatadora, personal belleza y facultades vocales prodigiosas; con la que se inició su carrera como actriz, al menos masivamente, pasa de la exuberante vitalidad de “I’m the Greatest Star” al rasgado dramatismo de “People”, de la apasionante entrega en “My man” al alegre desenfado de “His Love Makes Me Beautiful”, con la ocurrencia del almohadón colocado debajo de la falda de su vestido de novia, de la parodia de “The Swan” al sutil encanto de “If a Girl Isn’t Pretty”.
Wyler afronta la película sin cursilerías y con su proverbial búsqueda de la perfección y el resultado fue este excelente musical de perfil biográfico, que contiene la emocionante interpretación del que quizá haya sido el tema más cantado por Barbra Streisand, “People”, y que el público recompensó convirtiéndolo en el título que más entradas de cine vendió en Estados Unidos a lo largo de 1968.
Funny Girl, es sin duda un film atemporal, rico en colores y matices emocionales y musicales.
Donde uno puede vivir un verdadero y vertiginoso paseo observando la encarnación de personajes realmente “vivos”, que transitan las vivencias con todos los “pro” y los “contras” que nos ofrece la existencia a cada paso.
Y nos inspiran a arriesgarnos y volvernos perseverantes en nuestras búsquedas personales.
Por supuesto, quien no soporte a Streisand, no sabrá apreciar Funny Girl, pero se perderá uno de los últimos testamentos del musical clásico, un reparto perfecto al completo (no hay un actor más adecuado que Omar Sharif para su papel: su sutileza y su clase son reveladoras como marido de Fanny), un repertorio musical memorable, y una experiencia cinematográfica “de programa doble” que alcanza elevadísimas cotas de emoción más o menos cada cinco minutos de metraje: un verdadero placer.
Una mujer judía apreciada sobre todo por su poderosa y excepcional voz, actriz, compositora, productora, directora de cine, es la cantante femenina que más discos ha vendido en Estados Unidos y ampliamente reconocida a nivel mundial; ganadora de dos Premios Óscar, cuatro Emmy, ocho Grammy, cuatro Golden Globe y un Tony, premiada por el American Film Institute a toda una carrera, medalla Nacional de América de las Artes y la Legión de Honor Francesa, fue la primera mujer directora en recibir el prestigioso Kennedy Center Honors; musicalmente con, por lo menos, un álbum Nº 1 en Billboard en cada una de las últimas cinco décadas, sus 9 números 1 en los Estados Unidos se extienden durante un espacio de 46 años; el período más largo que ningún artista o grupo haya logrado; ha situado más discos (31) entre los diez primeros, por encima de Elvis Presley y The Beatles, a lo largo de su carrera, ha conseguido 51 discos de Oro, 30 de Platino y 13 Multiplatinos, en la prensa rosa fue conocida por haber mantenido sonoros romances con Ryan O'Neal, Tom Smothers, Warren Beatty, Jon Voight, Pierre Trudeau (Primer Ministro de Canadá), Omar Sharif, Don Johnson, Steve McQueen, Kris Kristofferson, Peter Jennings, Elvis Presley y Richard Baskin entre otros; políticamente es conocida por su franca orientación política liberal y progresista, y es una activa defensora de sus ideas dentro del Partido Demócrata; su fuerte y marcada personalidad la han convertido en un símbolo para sus admiradores; su implicación política en la lucha por los derechos civiles de las mujeres, los gays y las lesbianas, las causas medioambientales, así como el absoluto control que ejerce sobre todo su trabajo a menudo la convierten también en blanco de la hostilidad de los sectores conservadores de la industria del cine y la prensa norteamericana, que no pueden negar su impresionante carrera artística y sus incuestionables éxitos, pero los simplifican reduciéndola a la categoría de diva o icono gay o convirtiendo en noticia sólo los aspectos más banales de su vida íntima; a lo largo de los años, ha sido una fuerte recaudadora de fondos para causas sociales como la lucha contra el SIDA, la educación y la protección de las minorías étnicas.
Ahora ya conoces de quien estoy hablando y tienes una razón para conocer la punta del Iceberg…

“People who need people are the luckiest people in the world!”



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